La semana pasada estuvimos hablando acerca de la
importancia de ser buenos mayordomos del corazón que Dios nos ha dado,
recordamos que la palabra de Dios dice que “sobre toda cosa guardada guarda tu
corazón, porque de él mana la vida”, y hablamos acerca de cómo guardar nuestro
corazón cuando estamos solteros, la importancia de dejarnos guiar por la
voluntad de Dios y cómo no poner nuestros ojos a la ligera en cualquier persona
sino que recibamos en verdad la confirmación de Dios.
Hoy hablaremos nuevamente de ser buenos guardadores o
mayordomos de nuestro corazón cuando ya tenemos nuestro esposo o nuestra esposa
y lo necesario que es seguir guardando nuestro corazón para poder tener una
vida en armonía, ser felices y hacer feliz al otro.
Hace muchos años leí un libro acerca del corazón y
ejemplificaban el corazón como un tanque que Dios ha puesto y que se puede
llenar y vaciar, se puede llenar con personas, con deseos, con sueños y también
se puede vaciar y quedarse seco lo que provocaría nuestra muerte emocional
porque de el mana la vida como dice la palabra. Por ejemplo si nuestro corazón
lo hemos llenado con el amor carnal hacia nuestro esposo y éste nos falla o nos
responde mal o no hace las cosas como nosotros esperamos pues nuestro corazón
se queda vacío y si esa persona nos falta también viene la desilusión la
frustración, el dolor y la vida en amargura, muchas personas llenan su corazón
con sus hijos, le damos el corazón a nuestros hijos y les amamos, les
sobreprotegemos y centramos nuestra vida, familia y todo en ellos, que pasa si
uno de ellos nos falta o se va?? se casa?? la vida da muchas vueltas y cómo se
queda nuestro corazón otra vez? Y así podemos enumerar muchas cosas de las que
podemos llenar nuestro corazón y este quedarse vacio una y otra vez y traer
muerte espiritual y emocional a nuestra vida.
En este punto podemos asegurar que el corazón es de Dios,
solamente a el podemos dárselo, solamente El puede llenarlo, desbordarlo y mantenerlo lleno para poder amar
a nuestro esposo, a nuestros hijos, a nuestra familia y aunque nuestros sueños
y deseos no se cumplan, falte nuestro esposo o Dios se lleven un hijo nuestro,
nuestro corazón sufrirá pero estará lleno de la presencia de Dios y tendrá no
solo para vivir sino para dar a otros.
Asi que sabiendo que El corazón es de Dios, hoy
reflexionaremos en 4 aspectos importantes para guardar nuestro corazón y
guardar el de otros para llevar una vida gozosa aun en medio de los tiempos
difíciles que podamos vivir.
1. Amemos
con amor AGAPE, el amor ágape es el amor de Dios, aquel que todo lo espera,
todo lo soporta, aquel que no busca lo suyo, que no se envanece, ese amor que todo lo cree, ese amor
que nunca deja de ser, entonces pidiendo a Dios que podamos amar con ese amor
ágape a nuestra familia, daremos sin esperar nada a cambio, no nos frustraremos
si las personas no responden como
nosotros quisiéramos que respondieran, por ejemplo si nosotros somos muy
cariñosos, o muy detallistas y las personas que amamos no lo son, no viviremos
infelices esperando que sean igual a nosotros sino daremos amor, cariño y
detalles especiales porque ese amor agape no espera recibir nada a cambio, no es un “ tu me das yo te doy”,
sino te doy porque el amor de Dios mora en mi.
2. Perdonar…
son 8 letras la palabra perdonar pero encierra un mundo en nuestras relaciones,
elijamos sanar pronto si una herida se ha abierto, es innegable que
compartiendo la vida con las personas no tengamos roces, alguna vez por mucho
que guardemos nuestro corazón pasan cosas que nos duelen y debemos perdonar, la
palabra de Dios de en: “que no se ponga el sol sobre nuestro enojo”, y eso es
tan real, no retengamos ese enfado, esa molestia ese dolor mucho tiempo en
nosotros, cuando alguien nos hiera, no profundicemos la herida sino busquemos
rápidamente deshacernos de ella, curarla, no dejemos que termine el día sin
haber arreglado las cosas, existen dos llaves cada una abre una puerta, el
orgullo abre la puerta de la infelicidad y la humildad abre la puerta de la
felicidad y la vida abundante elijamos perdonar!.
3. Elije
ser feliz y no tener siempre la razón, por qué motivo?? Porque no siempre
estaremos en lo correcto, puede ser que nos equivoquemos, si nuestro esposo o
esposa hace algo que en el momento se ve
incorrecto no vayamos a la frase tan común y tan usada por el enemigo como es “
TE LO DIJE” eso quiere decir que nosotros teníamos la razón y que nos alegramos
que el otro se haya equivocado, elijamos ser felices, cerremos nuestra boca si nuestras palabras pueden herir a otro, tal
vez logremos tener el premio de la razón en nuestras manos pero a coste de una
relación rota, elijamos tener en la mano la armonía y la paz, elijamos ser
felices.
4. Aprendamos
a aprender… otra forma de guardar el corazón es aprender, aprender de nuestros
fallos, aprender de otras personas, aprender de las situaciones y aún aprender
de nuestros errores, nuestro corazón no se hundirá ni se entristecerá porque
todo lo que vivimos Dios lo permite con uno o varios propósitos y uno de ellos
es que aprendamos para que la próxima vez que nos toque pasar por allí no
cometamos el mismo error. No podemos ser maestros todo el tiempo elijamos aprender.
Resumiendo:
Nuestro corazón es de Dios, pidamos a
Dios un corazón lleno de amor agape, perdonemos antes que se ponga el sol,
elijamos ser felices en vez de tener la razón y aprendamos de todo lo que
vivimos, Dios tiene una respuesta.
PROXIMA SEMANA, la mayordomía del
corazón con nuestros hijos…
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